Ella quería soñar con su gran amor, el poeta de sus sueños aquel que ella admiraba como escritor, por eso cada noche antes de dormir sus ojos se posaban sobre las letras de sus versos, letras que la hacían suspirar hasta llevarla ahí justo en sus brazos, sus fuertes brazos que la protegían de todo peligro y le daban abrigo.
Ella quería soñar con su corazón, quería meterse dentro de sus latidos, quería también extender las alas de su amor en cada palpitar de sus venas así sentir todo el fuego de su calor en los bordes de su cuerpo, ella haría cualquier cosa por cambiar su soledad por unos besos de sus labios que al imaginar le provocaban intensos delirios.
En sus sueños hacía realidad su amor por él, era la musa de la que tanto habla su poeta en los más de miles de poemas, sonríe dormida mientras su hombre le quita su ropa hasta dejarla completamente desnuda y su boca como una llama encendida va quemando desde su cuello hasta su vientre.
Se quedó dormida ya casi amanecía y toda la noche había hecho el amor de una manera increíble como ella lo había esperado durante mucho tiempo, al fin había llenado de placer su cuerpo sediento de pasión, las sábanas estaban húmedas se dio cuenta de la magia que había experimentado al abrir sus ojos que brillaban de felicidad.
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