En algún momento nos damos cuenta que algunos latidos del corazón siguen sonando por alguna persona que amaste.

En algún momento sabemos que quedaron más besos que dar, que fueron muchos sí, pero ahora parecen pocos.

En algún momento nos damos cuenta que nos pudo el miedo, que nos rompieron más de una vez y que callamos dejandolo pasar, cuando debimos hablar sin temor a lo que al final termina pasando.

En algún momento todo se derramó por los suelos, nos sentimos con la soga al cuello, y nos pusieron entre la espada y la pared.

En algún momento debimos salir corriendo para no volver, ir más despacio para no tropezar tanto, y pasar descalza por los sueños que fueron de verdad.

En algún momento debimos parar el reloj cuando el destino fue inevitable, guardar el corazón en la nevera, y sacar el as de la manga antes de perder la partida.

En algún momento nos damos cuenta que no es bueno amar demasiado, que la puerta siempre estuvo abierta pero nunca tuvimos valor para irnos, y que el tiempo no siempre da la razón.

En algún momento nos damos cuenta que hay amig@s más falsos que Judas, gente que se creen con el derecho de decirte lo que tienes que hacer cuando ellos/as no son ejemplo de nada! y personas de dos caras que se piensan que nadie lo ve.

En algún momento nos damos cuenta que la imperfección es perfecta, que amar a veces duele, pero antes de que duela es una plenitud increíble, que los recuerdos aprietan el nudo en la garganta y otras veces te hacen sonreír.

En algún momento debimos saber marchar a tiempo, vaciar un poco el alma de lágrimas, aprender a sentir paz y vivir como te dé la gana.