Saboreé cada milímetro de tu piel, viví la mejor experiencia de pasión que se puede sentir en el cuerpo, cuando se hace el amor con quien es la protagonista de todos tus sueños, fantasías y deseos.

Te amé como siempre lo soñé, la intimidad develó todos nuestros secretos; nuestros cuerpos fueron bañados con besos de fuego y el toque de amor necesario para hacerlos inolvidables e imborrables a través del tiempo.

Anduve las dunas de tu piel con mis dedos; entre suaves caricias y besos, fui memorizando hasta el más mínimo detalle de tu cuerpo.

No sé cuántos "Te amo" brotaron de mis labios en esos momentos, pero créeme; sé perfectamente cuántos de mis besos, pueden caber en todo tu cuerpo.

Tu espalda fue el más bello pergamino donde mis manos escribieron la mejor de mis poesías, donde mis labios firmaron con un "Te amo" mis caricias.

Te tuve entre mis brazos y puedo decirte que antes de ti no hay antes, que el amor no se conoce hasta que lo sientes como yo pude sentirlo en tus brazos aquella tarde.

No se conoce hasta que se es capaz de amar sin perversión, cuando el sexo y la lujuria se vuelven tiernos, pero con ligeros toques de diablura y tentación...

Esa es la mejor expresión para sellar un pacto de verdadero amor con un acto de maravillosa pasión y palabras bonitas que se susurran desde el corazón.

Te amo... La intimidad a tu lado es de los mejores momentos, es un sublime cortejo de besos donde el cielo, el infierno, el amor y el sexo, se ponen de acuerdo para hacernos sentir algo extraordinariamente bello.

Recorrí tu piel, amé cada parte de ti, me hiciste sentir lo que nadie logró antes de ti porque no era solamente tú cuerpo lo que estaba ahí; era el amor desnudo frente a mi.

Era el amor acariciándome el alma, era el amor entre mis brazos esperando el alba, era el beso más deseado en mis labios, la piel más bella... Y yo la estaba amando.

Saboreé tu esencia de mujer y me enamoré de tu piel, de tus ojos, de tus labios; me enamore de todo tu ser porque eres lo más hermoso que el sabio destino me supo traer.

Eres el amor que aquella tarde, jamás imaginé que me podría suceder; en otras palabras... Eres el amor desnudo disfrazado de mujer.