Tú y yo solos en el frío de la noche, entre la espesa niebla y la oscuridad hablando de nuestros sueños en la intimidad, en un derroche de pasión inolvidable.

No hay luna que pueda opacar la belleza de la mirada del amor cuando estás entte mis brazos, no hay sol que haga brillar más palabras que las mías, ni luceros más hermosos que tus ojos, cuando te muerdes los labios...

Labios carnosos que beso y disfruto en el sonido del silencio nocturno, sintiendo tu respiración como suave y embriagante murmullo; y la música...

Música que eres tú cuando vibras al sentir de mis manos las caricias, cual guitarra que me encanta y jamás desafina.

Maravillosa sensación del amor estremeciendome el alma, disfrutando a ojos cerrados las partituras que hay en tu espalda.

Composición escrita para tu cuerpo, cual música de cámara en tus movimientos para ser disfrutada en nuestra habitación bajo de las sábanas interpretada en la belleza de tus senos.

Música creada para tu piel e interpretada por mis labios, haciendola sonar maravillosamente con el sueve roce de mis dedos en tu cuerpo, que tiene la figura y la belleza de un fino violonchelo.

Tu cuerpo es una hermosa sonata de pasión, una explosión de violines acompañando al contrabajo, saltando de la guitarra al cielo, del piano al saxo y yo, dirigiendo la orquesta de tus labios, repitiendo una y otra vez ese inolvidable compas, haciendo honores a tu amor; mientras bailas entre mis brazos.