Mientras desnudaba su espalda descubrí un mundo de fantasías en torno a ella... ilusiones que llenaron mi mente, sueños y anhelos mientras mi vista no paraba de verle...

Me pregunté a mi mismo ¿qué divino escultor fue capaz de dar forma a tan seductora mujer? No importa saber si fue un ángel o un demonio quien la esculpió en ese mármol tan brillante y que hoy podre acariciar con pasión desmedida...

Pensé, en ese lienzo mágico en el cual con la tinta de mis labios crear el más bello cuadro de arte abstracto pues mis labios recorrerán sin sentido tan deseable piel, besar y lamer a mi antojo cada milímetro de ella hasta saciar mi deseo...

Más miré en ellas un universo de estrellas, las cuales me atreví a besar con devoción intentando contar cada lunar en ella, más fue imposible y me perdí en ellos mientras el deseo avasallador me hizo sucumbir ante ella, me perdí y disfrute de la más divina mujer y le hice mía no con mis fantasías sino con la realidad al sentir su piel ardiente recorrer mi cuerpo deseando apagar su fuego...