De mis manos nacen sentidos
buscando ser parte de tu piel,
entrelazar mi cuerpo
cada vez que te veo aparecer
en la perfección más absoluta
y ver derretirse tu boca en la mía,
como si no hubiera un mañana.

Amarte con la pasión de los dioses de fuego,
con el cielo como testigo,
porque a él nos elevamos
cuando nos entregamos
una y otra vez.

Penetrar en tus entrañas,
poco a poco con la fuerza
de un titán,
derramarme con toda la intensidad
de tu estremecimiento,
ser renacer en uno mismo.

Eres mía en plena libertad,
cometa en aras de este amor
que te procesa mi corazón.

Dame un espacio mi vida,
en tu noble corazón,
para ser lumbre encendida,
en la aurora de fragante primavera,
lírica realeza, embeleso de fervor.