Me encanta leerte toda

Me encanta leerte así, de noche,
como a un libro que mis manos,
y no mis ojos, descubren a oscuras,
en el resto de las horas
que se revelan a la madrugada.

Me encanta leerte toda,
desde el ritmo de tus suspiros
hasta el código de tu piel eriza,
de polo a polo
y de esquina a esquina,
como la parte ingrávida
de los sueños húmedos
que vivieron en mi ayer
y que hoy se fermentan
en el agrio calor del recuerdo.

Siempre vienes a mí de noche,
sin haberte anunciado,
sin renunciar a mis deseos,
improvisando en cada una de las horas;

y es así como te prefiero,
absoluta de misterios
y ávida de amor entre silencios;

porque entiendo que es así
como yo te pertenezco,
es así que mis ojos son el alma
y la sangre de tu cuerpo,
formo parte de tu piel,
soy lágrimas y sonrisas
todo y más, al mismo tiempo,
y que desde siempre
y para siempre,
mi vida habitará entre sombras
al caer la madrugada,
entre la fuerza de tus brazos
y el tibio calor de tu pecho...